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Estocolmo

martes, 3 de agosto de 2010


Muy buenas otra vez.

Espero que os esté gustado el blog. Poco a poco quiero ir mejorándolo, por lo que cualquier sugerencia será bien recibida.

Pues bien comencemos. Estocolmo es la primera de las capitales Escandinavas que visité, y la verdad es que me impresionó. Para los seguidores de la saga Milenium también os sonará la ciudad pues es uno de los escenarios principales de la novela.

La llegada en barco a la ciudad es digna de ver, por lo

que si hacéis un crucero, no os perdáis la entrada a la ciudad atravesando una serie de islas (bastantes) para llegar al puerto. Para los que estamos acostumbrados al sur de España, ver ese verdor tan int

enso pues… es impactante. Además, las islas están regadas de casitas con sus propios embarcaderos y según el barco se acerca a la ciudad, las casitas son reemplazadas por unas casonas impresionantes.

Una vez se desembarca, sub

í a un autobús para llegar al centro de la ciudad, parada junto a la Ópera y el Palacio Real, el cual habréis visto en las noticias no hace mucho pues se ha casado un miembro de la familia real sueca. El palacio está junto a una de las entradas de mar que hay en la ciudad, para que os hagáis

una idea es como si estuviese junto a la rivera de un río, por lo que las vistas son increíbles, es un sitio para una buena foto.

Sobre el Palacio Real destacaría por encima de todo el espectáculo del cambio de guardia. Participan un gran número de miembros de la guardia real sueca, todos montados a caballo. La duración aproximada rondará la media hora, pero es recomendable ir con tiempo pues la plaza del palacio se llena.

En esta ciudad pude apreciar por primera vez esas iglesias con la torre

principal acabando en altísimas agujas (en Rostock vi alguna pero no como estas).

Tras el espectáculo del ca

mbio de guardia fuimos a dar una vuelta por los alrededores del palacio los cuales están preparadísimos para el turismo. Existen un sinfín de tiendecillas y lugares para comer, todos muy acogedores, pequeños y podría decirse

que coquetos.

Al final intentando buscar un sitio donde poder beber una buena cerveza, acabé por entrar en un pubs irlandés y beber una guiness con fish and chips… un gran fallo pero tenía hambre. Luego me enteré que unos compis del crucero pillaron un sitio estupendo, pero bueno, lo dejo para mi próxima visita a Estocolmo… jejeje.

Tras la comida retomé la visita, pero tuve que resguardarme en una iglesia debido a una repentina lluvia. Las iglesias protestantes no son como las que acostumbramos a ver por aquí, son mucho más austeras y sin iconografía de ningún tipo, simplemente un gran cuadro en el altar, pero no por ello deslucen, todo lo contrario, son muy bonitas.

Tras escampar puse rumbo al ayuntamiento de la ciudad, una estructura en ladrillo rojo bastante impresionante cuyo patio interior está lleno de enredaderas. El ayuntamiento es también un museo, pero las colas y el precio excesivo de la entrada hicieron que me decidiera por continuar mi marcha visitando algunos parques y la zona de tiendas. Los parques son… muy verdes, aquí no vas a encontrar nada seco.

La zona de tiendas no me pareció tan cara como esperaba para un país como suecia, con una renta

per cápita muy superior a la española. Vi tiendas de Mango y Zara y el precio era muy similar al que se puede encontrar en las tiendas de nuestra ciudad, cosa que no ocurrió en Helsinki, pero no voy a adelantarme.



Tras finalizar el paseo volví a la Ópera para tomar el bus al barco.

Próxima parada Helsinki.


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